Ingerir alimentos nutritivos y balanceados combinados con actividad física diaria es la mejor manera de responder al viejo y conocido refrán “es mejor prevenir que curar”. Por lo general, se tiende a relacionar dieta y ejercicio con figura estilizada y esbelta; sin embargo, los beneficios de la alimentación equilibrada y el ejercicio van más allá de la simple belleza, y llegan al campo de la salud, a través de la prevención de enfermedades del corazón, cáncer y otras afecciones.
Estos son los beneficios que recibes, si decides tener una alimentación saludable:
- Reduce el colesterol, triglicéridos y presión arterial.
- Reduce la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Contribuye a la pérdida de peso cuando esto es necesario.
- Ayuda a mantener el sistema inmune, así se evitan enfermedades virales que pueden afectar el cuerpo.
- El sistema digestivo funciona mejor al evitar comidas rápidas muy grasosas, condimentadas o preparadas en condiciones insalubres.
- Brinda la energía necesaria para todo lo que se realiza en el día (trabajo, estudio, deporte, actividades artísticas)
Comer saludable ayuda a vivir más y mejores años.
Y estos son los que obtienes si practicas una rutina diaria ( o al menos semanal ) de ejercicio:
- Incrementa la capacidad y energía para trabajar y estudiar.
- Combate la ansiedad, la depresión y el estrés.
- Mejora la capacidad para conciliar el sueño.
- Fortalece aspectos sociales al compartir actividades con amigos y familiares.
- Tonifica los músculos y articulaciones e incrementa la fuerza.
- Reduce la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Contribuye a la pérdida de peso cuando esto es necesario.
- Aumenta la resistencia ante el agotamiento.
- Combate la osteoporosis.
- Regula el estreñimiento que se produce por los malos hábitos asociados al sedentarismo.
- Favorece al autocontrol.
- Incrementa la autoestima, al mejorar el aspecto físico.
En definitiva, te verás y te sentirás mejor.
FUENTE DE LA NOTICIA: http://bienestar.unisangil.edu.co/